Mapa de América del Norte

El mapa político de América del Norte varía en tamaño, dependiendo de si se considera un subcontinente de las Américas o un continente por derecho propio. Si se considera un continente independiente, su frontera con Sudamérica se establecería en el Istmo de Panamá, aunque a veces también se utiliza como línea divisoria el Tapón del Darién, en la frontera entre Panamá y Colombia.
Su limitación se complica si se considera un subcontinente, siendo su límite el istmo de Panamá o, más al norte, el istmo mexicano de Tehuantepec o la frontera entre Estados Unidos y México. Esta visión se ha visto favorecida por el dominio cultural anglosajón de la región, aunque en inglés existe una división más clara entre los conceptos de «North America» y «North America». Así, desde este punto de vista, se crea un subcontinente cultural formado por Estados Unidos, Canadá y Groenlandia frente a América Latina, y al que, intermitentemente, se añade México, dejando fuera a Centroamérica y las Antillas del Caribe.

América del Norte cuenta con dos de los cuatro países más grandes del mundo, Canadá y Estados Unidos, y el tercer país más poblado, de nuevo Estados Unidos. Aunque hay potencias regionales como México y Canadá, Estados Unidos tiene el mayor peso político físico. Tal es su importancia que ha moldeado la política del resto de estados de la región e incluso su concepto de América con la Doctrina Monroe y de América del Norte con el TLCAN y el posterior USMCA, que ha rehecho a su antojo.
La expansión hacia el oeste de Estados Unidos redujo a México a la mitad de su tamaño original y lo expulsó gradualmente del concepto de América del Norte, a pesar de ser el primer país en aplicar ese término. La intervención económica y política convirtió a Centroamérica y las Antillas en repúblicas bajo la tutela de Washington durante gran parte del siglo XX, y siguieron estrechamente vinculadas a la política estadounidense. Panamá, por ejemplo, fue creada por la acción de Estados Unidos.

La concepción más amplia de América del Norte incluye veintitrés Estados independientes y otros tantos territorios dependientes, la mayoría pequeños vestigios coloniales de Francia y Reino Unido, aunque también de Países Bajos, además de la inmensa Groenlandia, controlada por Dinamarca, y territorios estadounidenses como Puerto Rico.
La colonización europea fue un periodo fundamental para entender la actual geografía política de América del Norte. De la colonización francesa queda Haití, una retahíla de posesiones en las Antillas menores, Quebec y una leve influencia en Estados Unidos. La herencia inglesa, y después británica, está representada por Canadá y Estados Unidos, que mantienen sus estructuras políticas centradas en el Atlántico. Sin embargo ambos han pivotado hacia el Pacífico, donde cada vez más fluye la economía mundial. Por su parte España empleó buena parte de las estructuras indígenas precoloniales, lo que permitió un acceso más temprano a las costas del Pacífico pero también mayor diversidad interna, que resultó en una mayor división política.
